El 17 de mayo de 1995, el veterano del ejército estadounidense Shawn Nelson robó un tanque M60 de 57 toneladas del arsenal local de la Guardia Nacional del Ejército de California y lo condujo durante casi 10 kilómetros por un vecindario de San Diego, aplastando vehículos y todo tipo de mobiliario urbano a su paso, aunque sin herir a nadie. Un helicóptero policial y varios equipos de televisión grabaron el suceso en directo, retransmitiendo las impactantes imágenes durante 23 minutos, hasta que tras arrasar el vecindario la policía sacó a Nelson, mortalmente herido, del tanque M60.

Según la policía de San Diego, la semana anterior al suceso, Nelson le dijo a un amigo que estaba pensando en suicidarse. Al caer la noche del miércoles 17 de mayo de 1995, Nelson condujo su camioneta Chevrolet hasta la Armería de la Guardia Nacional del Ejército de California, ubicada en Mesa College Boulevard, en el barrio de Kearny Mesa de San Diego. Los empleados de la armería trabajaban hasta tarde y la puerta del patio de vehículos, completamente desierta, estaba abierta.
Los tanques de la armería arrancaban con un botón y no requerían llave de contacto. Los dos primeros tanques que Nelson intentó robar no arrancaban, pero consiguió hacer funcionar el tercer tanque, un M60A3 Patton de 57 toneladas. Cuando Nelson arrancó el vehículo fue detectado por uno de los guardias, pero ante la imposibilidad de detenerlo, el guardia corrió hacia un teléfono y llamó a la policía. Como la munición se guardaba en otro edificio, Nelson no pudo cargar ni usar ninguna de las armas del vehículo.

El exsoldado llevó a la policía en una persecución televisada de 23 minutos por las calles del barrio. Las agencias policiales involucradas en la persecución incluyeron la policía de San Diego, el Departamento del Sheriff del Condado de San Diego, la Patrulla de Carreteras de California y, debido al robo del tanque de la armería, también la policía militar. El tanque alcanzaba una velocidad máxima de 48 km/h, lo que hizo que la persecución fuera lenta en comparación con las persecuciones policiales con automóviles.
El tanque de 57 toneladas arrolló fácilmente señales de tráfico, semáforos, postes de electricidad y bocas de incendio, y aplastó aproximadamente cuarenta vehículos estacionados, incluyendo una autocaravana. Los daños en los postes de electricidad dejaron sin electricidad a más 5000 personas en el vecindario de Linda Vista.
Después de recorrer las calles del vecindario, entró en la Interestatal 805 en dirección sur. Mientras estaba en la I-805, intentó derribar un puente peatonal chocando contra los pilares, pero fracasó tras varios impactos y decidió continuar por la autopista. Nelson condujo el tanque hacia la autopista estatal 163 en dirección sur, lo que provocó el cierre de la autopista y un atasco monumental de miles de conductores. Tras intentar cruzar a los carriles en dirección norte de la Ruta Estatal 163, el tanque se enganchó en la barrera de hormigón de la mediana.

Tras inmovilizar el tanque, cuatro policías subieron a él. El agente de policía de San Diego, Paul Paxton, entonces sargento de artillería de la Reserva del Cuerpo de Marines, abrió la escotilla con unas cizallas. Ordenaron a Nelson que se rindiera, pero este no dijo nada y comenzó a mover el tanque de un lado a otro para intentar liberarlo de la mediana. El compañero de Paxton, el agente Richard Piner, se inclinó y disparó a Nelson. La bala le entró por el cuello, hiriéndole mortalmente.
Nelson falleció posteriormente en el Hospital Sharp Memorial, pero a pesar de la destrucción generalizada que causó en su camino, él fue la única víctima mortal reportada durante el suceso.